Tras 185 días de prohibición por la pandemia de coronavirus, la ciudad de Buenos Aires volvió a habilitar las visitas en los geriátricos para que los mayores puedan reencontrarse con sus seres queridos.
El Ministerio de Salud de la Ciudad creó un nuevo protocolo sanitario que contempla que los encuentros deberán programarse con anticipación, durarán 30 minutos y serán en espacios especialmente acondicionados. Cada establecimiento podrá empezar a aplicar las pautas a partir del lunes.
Por ahora, para reducir el riesgo de contagio, la distancia segura no permitirá los abrazos después de siete meses si no se cuenta con algún dispositivo que así lo permita.
El protocolo diseñado para habilitar las visitas consta de varios puntos.
En primer lugar, los establecimientos deberán acreditar un mínimo de 15 días sin ningún caso positivo entre los residentes y los trabajadores. Sólo entonces podrán solicitar un permiso específico a las autoridades sanitarias que mandará inspectores al geriátrico para evaluar el lugar donde se llevarán adelante las visitas.
Si determinan que está correctamente acondicionado y se respetan todas las medidas de bioseguridad obtendrá la habilitación y podrá comenzar a recibir las solicitudes de los familiares que quieran visitar a sus parientes internados.
“Le damos mucha importancia al cuidado de los adultos mayores, lo venimos diciendo desde el primer día. Aquellos que viven en geriátricos hace más de seis meses que no ven a sus hijos y a sus nietos”, destacó el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, durante la conferencia de prensa que brindó esta noche para detallar los alcances de la nueva etapa del aislamiento obligatorio.
Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, la problemática en los geriátricos fueron una constante. En la Comuna 12 hubo varios casos resonantes como el Del Solar de la calle Vedia al 3250. Se evacuó a 27 ancianos en Las Gleinas ubicado en Burela 2095 y el más recordado es en el geriátrico Olimpia en la calle Pacheco 2124 de Villa Urquiza donde murieron 13 personas.
Los preparativos para esta nueva etapa empezaron hace dos meses y, la semana pasada, se controlaron las condiciones necesarias en 250 de las 483 residencias que funcionan en la ciudad. Una de cada cuatro -o 117- ya reúnen los requisitos para solicitar el permiso del Ministerio de Salud porteño. Hoy, 30 lo hicieron de manera formal. El resto está poniendo a punto las instalaciones.
Las dos principales condiciones son poder acreditar no haber tenido un caso confirmado de Covid-19 en la institución en los últimos 14 días y contar con un espacio al aire libreo, si es cerrado, con buena ventilación para reducir todo riesgo, de acuerdo con el protocolo que elaboró el Ministerio de Salud porteño. El 80% de los sitios cuentan con un espacio abierto para aprovechar en esta temporada del año.
Durante las visitas, el uso del barbijo social y la higiene de manos previa serán obligatorios como mantener la distancia de no menos de 2 metros con los mayores y evitar el contacto físico, excepto en los lugares que cuenten con dispositivos o cabinas para dar abrazos seguros.
«Si se detecta un nuevo caso sospechoso o confirmado de Covid-19, las autoridades del geriátrico deberán informarlo de manera inmediata, poner en marcha los protocolos sanitarios y suspender todas las visitas hasta que se regularice la situación y sea seguro retomarlas», explican desde Salud.
«Esta semana, todos los geriátricos que pidan la autorización y estén en condiciones, la van a recibir», anticipó Paula Zingoni, directora general de Planificación Operativa de la cartera sanitaria local. «Se supervisa el establecimiento y si cumple las pautas para ofrecer un lugar seguro para las visitas, se le dará la autorización. Si no, se le da acompañamiento para poder hacerlo -agrega-. La idea es favorecer la revinculación afectiva de las personas que viven en estas instituciones.»