El barrio de Villa Pueyrredón tiene su avenida emblema, la Avenida Mosconi.
Pero quién fue?
Enrique Carlos Alberto Mosconi nació en Buenos Aires, el 21 de febrero de 1877. Su padre fue el ingeniero Enrique Mosconi de nacionalidad italiana y su madre, María Juana Canavery, nacida en Buenos Aires. En uno de sus viajes a Europa pierde a su madre al nacer su hermano Ricardo, en Marsella.
De regreso al país continúa sus estudios y, en 1890, es un aventajado estudiante del bachillerato, cursando exitosamente el segundo año en el Colegio San José. A los 14 años ingresa, en mayo de 1891, al Colegio Militar de la Nación. Al culminar los estudios, tres años y medio después; se gradúa como Subteniente de Infantería, con diploma de honor, encabezando el orden de mérito de su promoción. En la ceremonia de egreso el Gral. Capdevila, director del Colegio Militar en esos años, lo despide con un discurso conocido como la última orden, que caló muy hondo en nuestro hombre y le sirvió de norte en la vida. Su primer destino fue el Regimiento 7 de Infantería de Línea, con asiento en Río Cuarto. Con tan sólo 18 años ejerció el mando con equilibro y prudencia, destinando tiempo para redactar un proyecto de “Reglamento para Infantería en Campaña”. Como Segundo Teniente y, trasladado a Buenos Aires, se inscribió en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, donde cursó la carrera de ingeniería, llegando a obtener el título de Ingeniero Civil en tres años y medio. Por este motivo se le reconoció por decreto su condición de Ingeniero Militar, pasando a revistar en el arma de Ingenieros a la edad de 25 años.
También debemos recordar a Mosconí como pionero en el desarrollo junto a Jorge Newbery de la aviación argentina. Ya en 1920, con el grado de Coronel, Mosconi, es designado Director del Servicio de Aeronáutica del Ejército. La aviación evolucionó rápidamente, generando la necesaria disciplina, adiestramiento y preparación que permitieron un arma moderna conforme a las experiencias obtenidas en la Primera Guerra Mundial. Esta gestión de Mosconi puso a la aviación militar en un lugar preponderante en América Latina.
Una mañana de agosto de 1922, Mosconi se enteró que la empresa norteamericana West India Oil Co., la única que vendía nafta de aviación, se negaba a suministrarla sin pago adelantado. El entonces coronel Mosconi entrevistó al gerente de la empresa, para ratificar la noticia. Al verificar la veracidad del asunto, Mosconi le replicó al gerente de la compañía extranjera según cuenta en su libro: “Advierta que el servicio Aeronáutico del Ejército no debe un centavo a su compañía; que se trata de una repartición militar solvente y dependiente del Ministerio de Guerra y que, por lo tanto, no sólo me sorprenden sus manifestaciones y su exigencia, sino que las considero impertinentes y no las acepto”. Más tarde comentará Mosconi: “Allí, en el mismo escritorio me propuse juramentándome conmigo mismo, cooperar con todos los medios legales para romper con los trusts”.
partir de allí, el General Mosconi comienza la batalla por el Petróleo Argentino. El 16 de octubre de 1922, durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear, fue nombrado Director General de de la incipiente Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), cargo que ocuparía durante ocho años, dedicando grandes esfuerzos para incrementar la exploración y desarrollo de la extracción de petróleo.
Los aspectos más significativos de esta gigantesca obra del General Mosconi se inician a partir de su designación como Director de YPF, cuando impulsó la exploración de las áreas potencialmente ricas, su extracción, industrialización, almacenamiento y distribución. De recibir una empresa incipiente, en 8 años la transformó en la más importante de Latinoamérica.