La Policía de la Ciudad ha logrado desarticular una banda delictiva que se dedicaba a robar camionetas Toyota Hilux para su reventa en diferentes lugares del país. La banda utilizaba inhibidores de rastreo satelital para sustraer los vehículos y los enfriaban por varios días antes de trasladarlos hacia la Provincia para su venta.
La investigación comenzó hace varios meses, cuando los análisis del Mapa del Delito arrojaron que la sustracción de camionetas Toyota Hilux y su versión SW4 había aumentado en la Ciudad de Buenos Aires. Los robos se producían generalmente durante la noche, cuando las camionetas estaban estacionadas en la calle.
La Policía logró detectar cerca de una decena de robos con estas características, en diferentes barrios de la zona norte de la Ciudad, entre ellos los de nuestra Comuna 12 como Villa Pueyrredón, Villa Urquiza y Saavedra, también en Palermo. Con la información recolectada, se confirmó que se trataba de la misma banda que había sido desarticulada en 2014 por la DDI de Mercedes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. En aquella ocasión, la banda cometía los robos en ciudades norte y noroeste del interior bonaerense, siempre con las Hilux como objetivo.
La División Sustracción de Automotores de la Policía de la Ciudad llevó a cabo once allanamientos en total, nueve en el norte del conurbano bonaerense y uno en la Ciudad de Buenos Aires. Se detuvieron tres hombres mayores de edad, dos de ellos familiares, y se incautaron camionetas, autos, elementos tecnológicos, como bloqueadores de rastreo satelital, y herramientas mecánicas para robar los vehículos.
En Los Polvorines, partido de Malvinas Argentinas, se encontró una de las camionetas robadas el 25 de noviembre del año pasado en la Comuna 12. La camioneta ya había sido adulterada para poder ser vendida en el interior del país. En los procedimientos también se incautó un Peugeot 207, una camioneta Ford Ranger y un Toyota Corolla blanco que los delincuentes utilizaban para cometer los robos, además de dos amoladoras y una tijera de corte de cadenas.
La magnitud de la operatoria de la banda permitió a los oficiales de Sustracción de Automotores dar con otro vehículo utilizado para los robos, lo que llevó al Juzgado interventor a ordenar el undécimo allanamiento, esta vez a un estacionamiento en Los Polvorines.
La detención de esta banda delictiva es un gran avance en la lucha contra el robo de vehículos en la ciudad y en el país. La Policía de la Ciudad continuará trabajando para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la protección de sus bienes.
Vecinos de la Asociación Civil Amigos de la Estación Coghlan se están uniendo en un esfuerzo conjunto para enfrentar los desafíos planteados por el actual Código Urbanístico porteño y elaborar un proyecto de ley que modifique esta normativa. Su objetivo principal es proteger la identidad barrial, el patrimonio histórico y la calidad de vida en los barrios, que se encuentran amenazados por la especulación inmobiliaria.
Esta iniciativa surge de la articulación y la iniciativa de Karina Murúa, miembro de la Junta Comunal 12, y vecinos. La preocupación fue llevada luego a los asesores de la legisladora porteña Claudia Neira (Frente de Todos), quienes se ofrecieron a colaborar en el proyecto.
La Asociación Civil Amigos de la Estación Coghlan, en conjunto con ciudadanos autoconvocados, está organizando una mesa de trabajo para defender los valores del barrio que están en peligro debido a la especulación inmobiliaria. Están buscando el apoyo y la colaboración de más ciudadanos y organizaciones para unirse a este equipo de trabajo.
Las actividades que se están llevando a cabo son diversas y van desde diseñar flyers, repartir volantes y recolectar firmas, hasta trabajar en la redacción de un proyecto de ley para presentarlo en la legislatura. También se realizarán relevamientos fotográficos de una o varias manzanas y se representarán los intereses del barrio en reuniones y medios de comunicación. Aquellos interesados en colaborar pueden comunicarse a través de la cuenta de correo electrónico o la cuenta de Instagram proporcionadas.
El Código Urbanístico vigente ha tenido consecuencias negativas en los barrios, como la construcción descontrolada y especulativa, que ha afectado la calidad de vida de los residentes. Una de las preocupaciones es que el nuevo código permite ocupar hasta el 89% de la superficie total de cada manzana, lo que pone en riesgo los espacios verdes interiores.
Además, se impusieron alturas fijas que varían según los barrios, lo que ha impactado especialmente en barrios como Coghlan. En algunos casos, cuando un edificio supera la altura máxima permitida en una parcela, se permite igualarla, lo que ha resultado en un aumento significativo en la altura de los edificios.
El tema de la «Plusvalía urbana» también es relevante, ya que impone un impuesto a las parcelas que obtienen ganancias debido a cambios normativos. Esto significa que si se desea construir más, se debe pagar al Gobierno de la Ciudad. Además, el nuevo código permite construir sobre la línea municipal, sin la obligación de retirarse 3 metros desde la línea del frente.
Los barrios de la Comuna 12, que incluyen Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Saavedra y Coghlan, se enfrentan a conflictos relacionados con obras y demoliciones sin control. En algunos casos, se han demolido patrimonios históricos que están protegidos por normativas, lo que ha generado preocupación entre los vecinos.
El avance desmedido de los edificios también está teniendo un fuerte impacto ambiental en los barrios, afectando la calidad del aire, generando contaminación visual y sonora.
Ante estas situaciones, es fundamental que los vecinos tomen conciencia de la transformación que están experimentando sus barrios y hagan escuchar sus reclamos ante los organismos correspondientes. La defensa de la identidad barrial y el derecho de preexistencia de los propietarios son aspectos claves que deben ser tenidos en cuenta en la búsqueda de soluciones.
Es necesario que los vecinos se unan y exijan regulaciones y cambios que protejan la identidad y el bienestar de los barrios. El involucramiento de los residentes y la presión ejercida sobre los organismos correspondientes son fundamentales para lograr un desarrollo urbano sostenible y respetuoso con el entorno.
Villa J. Roccatagliata, también conocida como Palacio Roccatagliata, es una impresionante residencia familiar ubicada en la Avenida Ricardo Balbín 2603, en el barrio de Coghlan de la Comuna 12. Construida alrededor de 1900 por Juan Roccatagliata, esta clásica casona de estilo italianizante se ha convertido en un símbolo de la zona.
Un legado familiar y arquitectónico
La Villa Roccatagliata fue levantada por un autor desconocido, pero se destaca como una típica casona de estilo italiano, representativa de una próspera familia que se estableció en el recién urbanizado barrio de Coghlan. Junto con el Hospital Pirovano, esta residencia fue una de las primeras edificaciones en tener una línea telefónica. Además, los Roccatagliata fueron propietarios de la famosa Confitería del Molino.
Según el análisis del arquitecto Jorge Liernur, la Villa Roccatagliata se encuentra dentro de la tipología de casas suburbanas conocidas como «villa criolla». Esta categoría se describe como una mezcla de tradición española y nueva sensibilidad italiana, con un diseño en forma de letra H que consta de un vestíbulo central y habitaciones organizadas alrededor de galerías.
De la gloria a la decadencia
A pesar de su ilustre pasado, la Villa Roccatagliata sufrió un cambio drástico en 1989, cuando fue vendida. En lugar de ser aprovechada culturalmente, los terrenos que rodeaban la residencia se utilizaron para construir una estación de servicio, mientras que el palacio en sí se convirtió en un minimercado. Los vecinos fueron testigos de la agonía de esta famosa esquina, viendo cómo su riqueza histórica se desvanecía.
Reconocimiento y conflictos
Sin embargo, en 2009, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires otorgó el reconocimiento que esta joya arquitectónica merecía y la declaró monumento histórico. A pesar de este reconocimiento, la historia de la Villa Roccatagliata continuó siendo problemática.
Cuando la concesión de la estación de servicio llegó a su fin, el terreno fue tapiado, ocultando lo que quedaba del maltratado palacio. En 2011, el Gobierno de la Ciudad aprobó un proyecto para iluminar nuevamente la zona, el cual consistía en la construcción de un complejo de dos torres de gran categoría en un predio de 45.000m2. Estas torres conservarían y realzarían el valor del palacio.
Sin embargo, el temor de los vecinos provocó un retraso en el proyecto, que finalmente comenzó en 2014 gracias al trabajo del Estudio Aisenson y KWZ, quienes obtuvieron los permisos necesarios. A pesar de haber iniciado el proyecto, una medida cautelar posterior lo mantuvo en suspenso durante tres años, hasta que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad lo desestimó por completo, bloqueando cualquier posibilidad de interrupción adicional.
Su futuro
A partir de diciembre de 2020, la obra de construcción de las torres continuó sin interrupciones. En la actualidad, se ha completado toda la mampostería y se ha iniciado la instalación eléctrica y sanitaria.
El complejo residencial constará de un total de 300 viviendas distribuidas en dos torres. La torre «Palace», ubicada a la izquierda, tendrá 13 pisos, mientras que la torre «Sky View», ubicada a la derecha, contará con 28 pisos. Ambas torres ofrecerán exclusivos amenities que ocuparán cerca de 2700m2. Entre ellos se encontrarán el Sky Club, el Spa, saunas, gimnasio, centro de negocios, salones de eventos, piscinas climatizadas, oficinas y una cava. Estos servicios de alta calidad y comodidad estarán disponibles para los residentes del complejo, cuya finalización está prevista para el año 2024.
El palacio en sí, como joya principal del proyecto, con sus 400 m², será utilizado como un salón de eventos exclusivo y un restaurante de primer nivel.
Conflictos judiciales
A pesar del desarrollo continuo de este complejo de edificios, ha surgido un conflicto judicial en torno a la casona de la Villa Roccatagliata, que se ha convertido en el elemento diferencial del proyecto. Las asociaciones vecinales argumentan que la parcela de 3500 m2 es parte del patrimonio histórico de la Ciudad, ya que alberga una casona que data de principios de 1900.
En 2013, un grupo de vecinos logró que la Legislatura porteña aprobara una ley que brindaba protección a la Villa Roccatagliata. Sin embargo, esta norma se refiere únicamente al edificio y no al resto del terreno.
La constructora ha afirmado constantemente que obtuvo los permisos correspondientes del gobierno porteño y que los planos fueron aprobados dentro de los plazos establecidos. Además, se comprometieron a poner en valor la antigua casona.
Durante tres años, la obra estuvo paralizada debido a una decisión judicial. Sin embargo, en noviembre de 2019, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad (TSJ) rechazó la medida en contra del avance del megaproyecto y ratificó su sentencia que avalaba la continuidad de los trabajos. Debido a la pandemia, la construcción pudo reanudarse en el segundo semestre de 2020.
La Orquesta Académica de Saavedra regresa a su origen con un «concierto en casa» para celebrar el 150º aniversario del barrio. La formación musical, que nació en 2018 en Saavedra, ha experimentado una gran expansión que le ha permitido presentarse en otras sedes y zonas aledañas. Sin embargo, este próximo domingo 4 de junio, la orquesta regresa a la «Vecinal de Saavedra» en Avenida Balbín 4221, donde todo comenzó.
El evento, que se llevará a cabo a partir de las 19 horas, forma parte de las conmemoraciones del 150º aniversario del barrio, que se celebró el pasado 27 de abril. El concierto es una oportunidad para que los vecinos disfruten de una noche de música en vivo y para que la orquesta rinda homenaje a su lugar de origen.
La Vecinal de Saavedra
El concierto es de asistencia libre y se solicita una contribución voluntaria de $1000 para apoyar a la orquesta en sus actividades. La «Vecinal de Saavedra», donde se llevará a cabo el evento, también celebró recientemente su 93º aniversario el pasado 25 de mayo. Este concierto en casa representa un momento especial para ambas instituciones, ya que se unen para brindar una experiencia musical única y conmemorar la historia y el legado cultural de Saavedra.