Vecinos de la Asociación Civil Amigos de la Estación Coghlan se están uniendo en un esfuerzo conjunto para enfrentar los desafíos planteados por el actual Código Urbanístico porteño y elaborar un proyecto de ley que modifique esta normativa. Su objetivo principal es proteger la identidad barrial, el patrimonio histórico y la calidad de vida en los barrios, que se encuentran amenazados por la especulación inmobiliaria.
Esta iniciativa surge de la articulación y la iniciativa de Karina Murúa, miembro de la Junta Comunal 12, y vecinos. La preocupación fue llevada luego a los asesores de la legisladora porteña Claudia Neira (Frente de Todos), quienes se ofrecieron a colaborar en el proyecto.
La Asociación Civil Amigos de la Estación Coghlan, en conjunto con ciudadanos autoconvocados, está organizando una mesa de trabajo para defender los valores del barrio que están en peligro debido a la especulación inmobiliaria. Están buscando el apoyo y la colaboración de más ciudadanos y organizaciones para unirse a este equipo de trabajo.
Las actividades que se están llevando a cabo son diversas y van desde diseñar flyers, repartir volantes y recolectar firmas, hasta trabajar en la redacción de un proyecto de ley para presentarlo en la legislatura. También se realizarán relevamientos fotográficos de una o varias manzanas y se representarán los intereses del barrio en reuniones y medios de comunicación. Aquellos interesados en colaborar pueden comunicarse a través de la cuenta de correo electrónico o la cuenta de Instagram proporcionadas.
El Código Urbanístico vigente ha tenido consecuencias negativas en los barrios, como la construcción descontrolada y especulativa, que ha afectado la calidad de vida de los residentes. Una de las preocupaciones es que el nuevo código permite ocupar hasta el 89% de la superficie total de cada manzana, lo que pone en riesgo los espacios verdes interiores.
Además, se impusieron alturas fijas que varían según los barrios, lo que ha impactado especialmente en barrios como Coghlan. En algunos casos, cuando un edificio supera la altura máxima permitida en una parcela, se permite igualarla, lo que ha resultado en un aumento significativo en la altura de los edificios.
El tema de la «Plusvalía urbana» también es relevante, ya que impone un impuesto a las parcelas que obtienen ganancias debido a cambios normativos. Esto significa que si se desea construir más, se debe pagar al Gobierno de la Ciudad. Además, el nuevo código permite construir sobre la línea municipal, sin la obligación de retirarse 3 metros desde la línea del frente.
Los barrios de la Comuna 12, que incluyen Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Saavedra y Coghlan, se enfrentan a conflictos relacionados con obras y demoliciones sin control. En algunos casos, se han demolido patrimonios históricos que están protegidos por normativas, lo que ha generado preocupación entre los vecinos.
El avance desmedido de los edificios también está teniendo un fuerte impacto ambiental en los barrios, afectando la calidad del aire, generando contaminación visual y sonora.
Ante estas situaciones, es fundamental que los vecinos tomen conciencia de la transformación que están experimentando sus barrios y hagan escuchar sus reclamos ante los organismos correspondientes. La defensa de la identidad barrial y el derecho de preexistencia de los propietarios son aspectos claves que deben ser tenidos en cuenta en la búsqueda de soluciones.
Es necesario que los vecinos se unan y exijan regulaciones y cambios que protejan la identidad y el bienestar de los barrios. El involucramiento de los residentes y la presión ejercida sobre los organismos correspondientes son fundamentales para lograr un desarrollo urbano sostenible y respetuoso con el entorno.