El 20 de noviembre, un joven de 28 años, Matías Moyano, al momento del hecho vestía pantalón corto blanco, remera turquesa, calzaba chancletas y usaba barbijo. Con evidente discapacidad mental, se acercó al banco Banco Francés de avenida Triunvirato y Tomás Le Bretón, en Villa Urquiza, blandiendo una pistola de juguete. Los policías dispararon y se abrió una causa por intento de robo. Moyano murió dos días después, en el Hospital Pirovano, con heridas de bala en el abdomen. Era alumno de la Escuela Especial N° 21 de Villa Pueyrredón.
Este lunes, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña, Victoria Montenegro, elevó un pedido de informes sobre el hecho al Ejecutivo porteño.
Según la versión policial, todo comenzó cuando una oficial de la Comisaría Vecinal 12 C que custodiaba en la puerta de la entidad observó que un hombre quiso entrar con un arma de fuego. En ese momento, la policía puso en resguardo a las personas que estaban en el interior de la sucursal y cerró la puerta, por lo que el delincuente quedó en la parte externa.
Y señalan que según las fuentes, el ladrón le apuntó y amenazó con su arma a un oficial que llegó de refuerzo al lugar. Sin embargo, el policía efectuó dos disparos, uno de los cuales impactó en el abdomen del asaltante.
Este lunes, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña, Victoria Montenegro, elevó un pedido de informes sobre el hecho al Ejecutivo porteño.
“Es preciso mencionar -señala la legisladora del Frente de Todos-, que la cobertura mediática del asunto es cuanto menos dudosa. En las primeras versiones, se informaba una versión atribuida a la Policía de la Ciudad, donde un sujeto habría intentado robar una sucursal del banco BBVA de Villa Urquiza, pero un efectivo habría evitado un atraco y, tras un tiroteo, el ladrón quedaría herido y terminaría internado.”
“Hoy, conocemos a luz de información pública, las declaraciones de familiares, miembros de la comunidad educativa, de la cual formaba parte la víctima e incluso, de filmaciones de vecinos, que los hechos no habrían transcurrido como transcendió en un primer momento. No existió tiroteo alguno, ya que el presunto “ladrón” tenía un arma de juguete. Tampoco intentó entrar al banco, ya que fue interceptado por agentes fuera del edificio y las puertas fueron cerradas, quedando un agente femenino dentro. Desde afuera apuntó con el arma al interior, donde la agente habría convocado al refuerzo que terminó disparándole dos tiros en el abdomen.
“Hasta aquí, la reconstrucción de los hechos deja más dudas que certezas. La gravedad que representa la confirmación de que la víctima es un joven con discapacidad mental que probablemente pudiera haber sido reducido con otros procedimientos, nos convoca a efectuar este Pedido de Informe.