Durante la gestión de Cambiemos en el Poder Ejecutivo de la Nación (2015 – 2019) se proyectó el traspaso de varios terrenos públicos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Muchos de ellos son ex playas ferroviarias que la administración porteña iba a rematar para la construcción de inmuebles.
Algunos proyectos prosperaron, como el remate de un sector en la ex playa de maniobras de Colegiales por el cual en el presente avanza la construcción de inmuebles que tendrán departamentos y comercios. En otros, el proceso fue a medias.
Es el caso de Villa Urquiza: se desalojó a la Asamblea de Villa Urquiza, negocios linderos y hasta las viviendas que había del lado de Bucarrelli, pero no se concretó ni el remate ni la consecuente construcción de inmuebles. Salvo un complejo de canchas de fútbol, en la actualidad la manzana está desocupada y sin uso.
Estos playones ferroviarios fueron cedidos por la Nación, durante la presidencia de Mauricio Macri, al Gobierno porteño cuando terminaba la gestión. Por su parte, el Gobierno de la Ciudad ofrece esos terrenos al mercado inmobiliario sin tomar en cuenta que son los últimos disponibles de una urbe densamente poblada, donde falta vivienda social y espacios verdes. Los vecinos exigen que se conviertan en espacios verdes para el disfrute comunitario.
Los terrenos cedidos son los de los playones de Colegiales, Caballito, Palermo, Chacarita, Retiro, Villa Urquiza y La Boca. Las organizaciones vienen pujando desde hace tiempo por evitar la venta y la urbanización de estos playones. “Por eso surgió la propuesta de unificar los conflictos de todos los playones, aunque tengan características e historias diferentes. En definitiva, son las últimas tierras que quedan en la ciudad.
Estos predios formaron parte de una cesión de tierras que realizó Mauricio Macri a la Ciudad un día después de perder las elecciones generales el año pasado. Esa cesión fue duramente criticada por la Sindicatura General de la Nación. En febrero pasado, el presidente Alberto Fernández firmó otro decreto que suspendió la cesión de las tierras y ordenó una revisión a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), que aún no se expidió.
Los vecinos saben que las playas ferroviarias están en riesgo de pasar a manos del mercado inmobiliario. El playón de Colegiales, un barrio que tiene apenas 0,7 m2 de verde por habitante, abarca cinco hectáreas ubicadas entre las vías del tren Mitre, desde Juramento hasta Santos Dumont, y los frentes de Benjamín Matienzo, Concepción Arenal y Dorrego, desde Crámer hasta la avenida Álvarez Thomas.