Vecinas y vecinos del Parque Saavedra rechazaron hoy por «innecesario e inútil» el proyecto que el Gobierno de la Ciudad de impulsa para la regeneración del Arroyo Medrano con la promesa que mitigará las inundaciones, y solicitaron que, en cambio, avance con la obra del segundo reservorio de agua pluvial en el Parque Sarmiento al entender que servirá para evitar los anegamientos en días de lluvias intensas.
Las objeciones fueron planteadas durante la primera de las cinco jornadas de la audiencia pública convocada por la administración de Horacio Rodríguez Larreta para que la ciudadanía manifieste su postura frente a la iniciativa que plantea la creación de un nuevo curso de agua a cielo abierto, de unos 400 metros, que atraviese el Parque Saavedra, situado en el norte porteño.
La reunión pública, que fue bajo la modalidad virtual, contó con la exposición de los funcionarios de la Ciudad encargados de la obra hídrica, y una segunda instancia que estuvo destinada a las opiniones de vecinas y vecinos, entre quienes prevaleció el rechazo a la iniciativa propuesta y también el cuestionamiento a la falta de consulta ciudadana sobre el proyecto por parte de la gestión local.
El Gobierno de la Ciudad se propone construir un canal que atraviese el espacio verde, pero en la zona reclaman que se priorice la obra del segundo reservorio de agua pluvial en Parque Sarmiento.
Con la promesa que mitigará las inundaciones, y solicitaron que, en cambio, avance con la obra del segundo reservorio de agua pluvial en el Parque Sarmiento al entender que servirá para evitar los anegamientos en días de lluvias intensas.
Las objeciones fueron planteadas durante las cinco jornadas de la audiencia pública convocada por la administración deHoracio Rodríguez Larreta para que la ciudadanía manifieste su postura frente a la iniciativa que plantea la creación de un nuevo curso de agua a cielo abierto, de unos 400 metros, que atraviese el Parque Saavedra.
Hernán Invernizzi, responsable del área de Ambiente de la institución y en representación de la Defensora del Pueblo, María Rosa Muiños, participó de la audiencia pública que se realizó vía Zoom el día 1ro de julio. Ésta correspondía al quinto día consecutivo de exposiciones en donde los vecinos manifestaron sus descontento con el proyecto del Ejecutivo porteño que busca construir un arroyo artificial en el Parque Saavedra.
La cuenca del Medrano se desarrolla a lo largo de los partidos de Tres de Febrero, Vicente López, San Martín y varios barrios de la Ciudad de Buenos Aires. En 2014, la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires firmaron un Acuerdo sobre el Arroyo Medrano con el objetivo de constituir un Comité Interjurisdiccional para el manejo de la cuenca. A pesar de su importancia, jamás se constituyó, por lo que la Defensoría del Pueblo recomendó al GCBA que en el menor plazo posible se lo pusiera en operaciones. Comenzó a funcionar formalmente en 2016, sin que hasta la fecha produjera actividades relevantes.
En la audiencia, Invernizzi señaló que «la característica dramática del arroyo Medrano es su contaminación. Sus aguas cuando ingresan a la Ciudad ya se encuentran severamente contaminadas. Esta contaminación se incrementa sensiblemente a lo largo de su recorrido bajo la Ciudad, hasta llegar como una inmensa lengua violácea sobre el agua marrón del estuario del Plata, invadiendo la ribera urbana». «Por informes requeridos desde la Defensoría alertamos que los niveles de contaminación se mantienen tanto en el ingreso a la CABA como en su desembocadura. No es exagerado decir que el Medrano es un Riachuelo entubado. Pero este tema se minimiza en el proyecto oficial.
Con respecto a la obra proyectada, el experto manifestó que «se trata de un canal a cielo abierto en el Parque Saavedra de unos 500 metros, de perfil irregular, que corre paralelo al arroyo entubado. La hipótesis de la ingeniería oficial consiste en que la napa alimentará un nivel de agua limpia constante y que la lluvia rellenará la diferencia entre esa cota y la capacidad del canal, hasta que sature. Parte de ella se dispersará por medios naturales y parte será derivada hacia el Medrano»
Sobre este punto, Invernizzi advirtió que «no se informan estudios científicos sobre el agua de la napa ni se hace mención a estaciones de monitoreo. Es posible inferir que estaríamos frente a un proyecto que se propone regular el agua de la napa que aliviar las inundaciones en la zona».
Además, manifestó que «a la fecha, el Gobierno porteño no tiene ningún proyecto público de remediación de las aguas del arroyo. Muy por el contrario, durante los últimos años no hubo política de saneamiento de este cauce, sino sólo tareas de limpieza de residuos capaces de obturar la circulación del líquido pestilente. La remediación del Medrano sólo es posible a través de una política interjurisdiccional que hoy no existe».